Por: Jenny Sofía Valbuena Arango1
“Psicopedagogía es una carrera de futuro. Los ámbitos en los cuales deberemos intervenir seguirán sumándose a partir de nuestra especificidad y de las necesidades sociales” Lic. Estela Mora
Este pequeño análisis tiene como objetivo intentar dar una respuesta al cuestionamiento ¿qué lugares hoy por hoy pueden ser explorados por el psicopedagogo? Inicialmente se puede pensar que el lugar del psicopedagogo no es solo la oficina de psico-orientación por más amplia, decorada, cálida y cómoda que parezca, no es solo sentarse tras el pupitre a oír y ver desde allí a los otros, no es imaginar tan solo lo que puede estar pasando por la mente de los demás, es también el trabajo de campo, ir a compartir con la comunidad, a jugar con los niños, hacer parte de las clases como otro estudiante más, interesarse por aquellas cosas que también le interesan a sus estudiantes, es atravesar los límites del asiento para tener otras perspectivas, es actuar como tantas veces lo hace un amigo sin olvidar que lo valida una formación psicopedagógica.
Ahora bien para desarrollar la pregunta inicialmente se hará un abordaje del lugar que ha tenido el psicopedagogo a lo largo de los años, enseguida se retomará el lugar actual para terminar encontrando esos otros lugares, esos vacíos y por qué es necesario cubrirlos.
La psicopedagogía se empieza a abrir sus propios espacios
Se dice que la psicopedagogía nació de la filosofía, como toda ciencia que estudia al hombre, “desde un comienzo se ha ocupado del ser humano en situación de aprendizaje y de aquellas funciones directa o indirectamente involucradas en él” (Ana Kazmierczak cita a Bousquet, 1984, p. 1). Desde lo informal, es una disciplina originada por inquietudes de la sociedad sobre cómo atender: al aprender, al crecer, al adulto, al niño (“Psicopedagogía”, 2007); de aquí podría decirse que surgió sin lugar definido, ya que su preocupación era simplemente hallar unas respuestas a inquietudes como las siguientes: ¿cómo piensa cada hombre? o ¿cómo se aprende? pero es clave que compartía espacios e intereses con otras disciplinas como la filosofía.
Surgida formalmente en Argentina hacia la década de 1950, se observan dos momentos claves en su evolución histórica:
Primer momento “Inicio del surgimiento formal de Psicopedagogía”
Según Ana Kazmierczak, la psicopedagogía se transforma en carrera en Mayo de 1956, en la Universidad del Salvador (Buenos Aires), respondiendo a una necesidad impostergable de la escuela, a ese llamado por un profesional que atendiera exclusivamente las necesidades de la educación. Se busca así la creación de una carrera destinada al perfeccionamiento docente, lo que llevaría a pensar que fue en el aula y entre los docentes donde se gestó esta nueva disciplina; es claro que hay un espacio, esta vez más específico que es el aula, e interés compartido, ahora con los educadores.
De igual forma cuenta Ana que fue el consultorio de Neurología el lugar en el que primero se buscaron las respuestas al problema de aprendizaje, de nuevo puede notarse claramente la interdisciplinariedad, aquellas relaciones establecidas por la pedagogía con otras disciplinas que le aportaran a entender su objeto de estudio, que en últimas fue la base para que surgiera la psicopedagogía ya no como experiencia sino como disciplina.
Se utilizó entonces la palabra psicopedagogía porque refería a “aquellas herramientas de la psicología que facilitaban la comprensión de la pedagogía… considerando que comprendiendo la psicología del estudiante, el docente podría adecuar mejor sus estrategias pedagógicas” (“Psicop.”, op. cit. ¶ 23).
Los primeros estudiantes eran por lo general profesores de escuelas y sus docentes eran profesionales de ámbitos diversos como neurología, filosofía, antropología, biología, psicología, pedagogía, teología, sociología, etc., podría pensarse que había algo de equilibrio ya que por un lado estaban aquellos en contacto directo con la práctica y por otro aquellos que manejaban todo el sustento teórico. Por ese entonces el aprendizaje era considerado de manera unidireccional, al modo estímulo-respuesta, no se tenía en cuenta la subjetividad por lo que no era necesario ese contacto personal sino solo grupal, es decir se tendía a pensar que como aprendía uno debían aprender muchos.
El psicopedagogo aún no tenía definido su campo profesional y trabajaba especialmente en reeducación, de alguna manera cubriendo campos para los que ningún otro profesional estaba preparado.
De acuerdo con Sara Bozzo (2011) luego de un tiempo, hacia 1972, la disciplina crece y comienzan a surgir los primeros docentes psicopedagogos a cargo de las cátedras. Es en este periodo en donde se observa la primera formulación de su objeto de estudio: sujeto en situación de aprendizaje. La formación del psicopedagogo empezó a tener en cuenta entre otras cosas: la incertidumbre vital, la multicausalidad y la diversidad cultural, en otras palabras se empieza a considerar la subjetividad del estudiante.
Segundo momento: “Adquisición de identidad disciplinar”
Tras aproximadamente medio siglo comienzan a revelarse los resultados de las investigaciones de la Lic. Mora, iniciadas en la década de 1980, permitiendo que la psicopedagogía se redefiniera, adquiriendo especificidad en su objeto de estudio disciplinar: el hombre como un ser que aprende, es por ello que surge un método denominado jugar matricero y la clínica psicopedagógica con epistemología propia (“Psicopedagogia” cita a Mora, 2001).
El aprender y enseñar dejan de comprenderse como fenómenos exclusivos del ámbito escolar, y por ende de estudiantes y docentes, y empiezan a comprenderse: por un lado de manera evolutiva, como una construcción social, que inicia desde el momento de la gestación, es decir que se aprende desde el útero materno, continúa a lo largo de las sucesivas etapas vitales y es condicionada por los factores temporo-espaciales e históricosociales. Y por otro lado de manera singular, como una constitución inherente al ser de cada persona, quien de manera única ha ido configurando sus matrices, con las cuales se relaciona con los objetos, expresando así su esencia en las escenas de la vida cotidiana. Lo anterior conlleva a que el psicopedagogo sin perder de vista al aprendiz, explore otros espacios a nivel familiar y social y se involucre ya no solo con niños y niñas sino con todo aquel ser que está en situaciones de aprendizaje.
La psicopedagogía de la mano de lo clínico
La clínica psicopedagógica atiende al aprender de cada persona, teniendo en cuenta la singularidad del ser como un devenir constituido desde matrices genéticas, para mejor entender involucra las particularidades que vienen en los genes de cada ser. El objetivo del tratamiento es atender la constitución del cómo se ha llegado a manifestar determinado malestar en el hombre (Marina Müller, 1993). Hablar de clínica psicopedagógica implica pensar en la atención hacia lo individual así como en un espacio clave como lo es la oficina; sin embargo cabe traer a colación que muchas instituciones no han sido diseñadas o construidas teniendo en cuenta un espacio destinado para la psico-orientación por lo que en la mayoría de los casos adecuan cualquier cuarto o simplemente lo omiten para evitar entre otras cosas etiquetar o clasificar a los estudiantes.
Se puede concluir entonces, en palabras de Sara Bozzo, que los primeros lugares de inserción laboral, fueron desde espacios destinados a otras profesiones.
El lugar del psicopedagogo hoy en día
El psicopedagogo en nuestro contexto ha atendido especialmente en instituciones educativas, en todos sus niveles: preescolar, primaria, secundaria, media y universitaria, debido a que como antes se indicó, históricamente la profesión ha surgido desde demandas de los docentes, y son éstos quienes se interesan por el estudio de la disciplina. Sin embargo, en los últimos años con la evolución y definición de su objeto de estudio, los egresados de la carrera de psicopedagogía son profesionales independientes que definen su atención más allá del espacio físico concreto en donde desempeñen su actividad.
En consecuencia, la atención psicopedagógica se ofrece desde los espacios destinados al desarrollo social, la salud y la educación, pudiéndose consultar en centros educativos, consultorios particulares, hospitales, fundaciones, fiscalías, etc.
Algunos espacios por explorar
Para ir cerrando este análisis es esencial consultar algunos argumentos teóricos que sustenten por qué el psicopedagogo debe moverse hacia nuevos espacios laborales, iniciando con John Dewey quien planteaba que “el educador requiere diseñar ambientes educativos, toda vez que son estos altamente decisivos para el proceso formativo de los participantes. Si bien es cierto se trata de una espacialidad simbólica, nunca hay que olvidar que el paisaje también educa” (citado por Gerardo Meneses, 2001, p. 33) lo que puede querer decir que así como el educador que prepara su clase adecua su espacio a sus necesidades, si el psicopedagogo opta por una oficina sería indispensable romper con el esquema de la oficina tradicional para armar una pequeña sala donde conversar y volverla una especie de laboratorio donde tanto el psicopedagogo como quienes asisten a distintas asesorías tengan diversidad de materiales para llevar a cabo las actividades propuestas.
Por otro lado como lo plantea Luz del Alba (2009) la orientación tiene unas características propias, entre ellas ser contextual ya que debe adaptarse a la realidad, características, limitaciones, potencialidades y necesidades de la institución, estableciendo relaciones con la familia, la escuela y el entorno social. Siendo así, el pensar, el sentir y el actuar deben ser comprendidos desde la singularidad de cada persona, a este punto ya no se sabe que idea sea utópica pero para el psicopedagogo es esencial hacer observación participante lo que implica adentrarse e interactuar en los diversos contextos que rodean a uno y otro estudiante.
Ahora bien hay que tener en cuenta como el psicopedagogo se está relacionando con el contexto día a día ya que “la cotidianidad es un complejo de particularidades laberínticas difícilmente repetibles, aunque con tendencias vinculadas a las tradiciones de los contextos donde se desarrolla” (Gerardo op.cit., p. 23), si bien es cierto desde que se contrata al psicopedagogo ya hace parte de una institución, quizá no es aun parte de ella si éste no empieza a adentrarse en su cotidianidad, participando de las distintas actividades, rutinas, costumbres y experiencias que se viven tanto al interior como al exterior de la comunidad.
Igualmente como lo escribe Luz la orientación psicopedagógica es o debiera ser interactiva debido a que requiere de la participación, colaboración e interacción de todos los que directa o indirectamente participan de la educación. Es claro que no puede pretenderse que sentado tras el escritorio de una oficina y solo, el psicopedagogo brinde la asesoría adecuada, hay que empezar a trabajar desde una red operativa donde participen profesores, otros profesionales, estudiantes, familias, líderes, ya que es claro que por sí solo no puede solucionar las distintas problemáticas, pero como lo expresó Alfredo Malagón (2011) lo importante de las redes no son las personas sino el vínculo que se establece, la relación y todo lo que ella genera, por lo que se requiere de un mayor acercamiento e interacción entre los participantes, así que hay que olvidarse que con una charla de unos cortos minutos por ejemplo los padres vayan a hacer lo que se busca o que un estudiante sea totalmente sincero y sienta la confianza de expresar lo que está pensando, sintiendo o experimentando.
Otro aspecto a tener en cuenta según Lashwell es que un “contexto de intervención es todo aquel ambiente donde puede tener lugar la vida de una persona. La distinción de los contextos de intervención está en función del proceso evolutivo del individuo a orientar, se trata de una categorización centrada en el orientado, no en el orientador” (citado por Fuster et al., p. 5). No es secreto que el psicopedagogo hasta hoy tal como el médico espera a que el paciente o en este caso el estudiante acuda por voluntad propia o llevado de la mano de algún familiar para prestar su servicio o en otro caso los educadores son los que por lo general le remiten sus estudiantes, no obstante se sabe que un psicopedagogo es quien debe estar más empapado de las características de la comunidad educativa que lo envuelve, en otras palabras ser un observador crítico de su realidad social y de igual forma hacer sus propias búsquedas de quienes requieren su asesoría.
Pasando a otra consideración: “las particularidades subjetivas, familiares, sociales y culturales deben ser eje, y no factores accesorios, de la tarea clínica, en la cual es importante formular preguntas clave para la práctica, referidas a cada tipo de experiencia y a cada persona en particular. Porque la clínica, de por sí, implica una indagación constante y permanente, además de la intervención, o al mismo tiempo que ella. (Ana op.cit., cita a Barilá-Fabbri, p. 2). En este punto se vuelve esencial como lo planteaba Alfredo, la escucha comunitaria que tiene la particularidad que debe darse en el espacio cotidiano de las personas, donde está el problema ahí hay que estar con los sentidos muy despiertos para hallar las señales que nos indican hacia dónde empezar a movernos y con qué elementos.
En este punto no puede dejarse de lado que hay que trabajar contra el pensamiento que tienen incluso los mismos estudiantes de psicopedagogía que quien asiste a psico-orientación es porque está loco o porque es un mal estudiante, estoy de acuerdo con eliminar esas etiquetas y para lograrlo considero que hay que pasar a pensar y trabajar la psico-orientación como aquel espacio de conversación y apoyo en dificultades académicas, sociales y familiares, de las que ninguna persona está exenta.
Del mismo modo podría empezar a discutirse la idea de que un psicopedagogo en gran parte realiza una labor detectivesca, lo que implica que con curiosidad e instinto siga las señales que nadie más es capaz de percibir para prevenir o intervenir distintas problemáticas desde múltiples perspectivas y sin dejar cabos sueltos. Ahora cabe igual preguntarnos en ¿qué momento no está el ser en situación de aprendizaje? cierto es que a lo largo de los años se han abierto y cerrado muchos campos para el psicopedagogo, entre otros el educativo, el de salud, el judicial, pero debe soñarse mas allá para encontrar que aun está pendiente uno amplísimo: el empresarial, ya que es importante que cada empresa adopte un modelo educativo que englobe las necesidades tanto de trabajadores, como de administrativos y de la sociedad en general y aun es más importante que allí haya un psicopedagogo liderando.
Afirmaré ya por ultimo que después de muchas caminatas entendí que el psicopedagogo no solo trabaja para prestar un servicio a los demás sino sobre todo para ayudarse a sí mismo, y esto es clave porque siendo una profesión que permite entender la complejidad del ser humano, es subvalorada cuando no la aplicamos a nuestra propia vida, de ahí que esta ultima invitación es a descubrir y fortalecer nuestros propios recursos para encontrar la mejor forma de sobrepasar los obstáculos y de aprender en lo cotidiano, en palabras de Marina lo que es como persona cada profesional, será el punto de partida clínico, la herramienta inicial para asesorar a otros.
Bibliografía e infografía
Bozzo, Sara (2006). Consideraciones actuales de la Psicopedagogía en su entramado histórico. Recuperado el 8 de octubre de 2011. Tomado de http://centrolatinoamericanodepsicopedagogia.org/blog/index.php?option=com_content&task=view&id=79&Itemid=85
Dirocié, Luz del Alba y Modesto Javier (2009). Competencias de los orientadores en el uso de modelos de intervención psicopedagógica en las escuelas urbanas de los distritos educativos 05 y 06 de la regional 02 de educación del municipio de San Juan de la Maguana. Recuperado el 29 de octubre de 2011. Tomado de http://www.eumed.net/libros/2010e/835/caracteristicas%20de%20la%20orientacion%20psicopedagogica.html
Fuster, Ana; García, Daniel; Miret Laura; Peris, Eva y Saldaña Patricia. El perfil del psicopedagogo. Recuperado el 12 de Noviembre de 2011. Tomado de http://www.uji.es/bin/publ/edicions/jfi8/psico/43.pdf
Kazmierczak, Ana (2011). Clínica Psicopedagógica: Modelos y paradigmas a lo largo de su historia. Recuperado el 2 de octubre de 2011. Tomado de http://www.uca.edu.ar/uca/common/grupo18/files/Clinica_psicopedagogica._Modelos_y_paradigmas_a_lo_largo_de_.pdf
Malagón, Alfredo (2011, Septiembre 19). Campos de escucha y atención ambulatoria en consumo abusivo de sustancias psicoactivas. Trabajo presentado en la capacitación para funcionarios de la UPTC sobre atención en adicciones. Tunja, Colombia.
Meneses Díaz, Gerardo (2001, Enero-julio). Orientación educativa: una práctica interpretada en su cotidianidad. Tiempo de Educar, vol. 3 número 005. Toluca, México. Tomado de http://redalyc.uaemex.mx/pdf/311/31103502.pdf
Müller, Marina (1993). Aprender para ser, principios de psicopedagogía clínica (2da ed.). Argentina, editorial Bonum.
Psicopedagogia (2007, Enero 29). Recuperado el 1 de octubre de 2011. Tomado de http://vialovalle.blogcindario.com/2007/01/00107-psicopedagogia.html
1Estudiante de Licenciatura en Psicopedagogía con Énfasis en Asesoría Educativa. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja.
Querida licenciada, muchas gracias por tu oxigenacion frente al origen de esta hermosa expresion "psicopedagogia", para ser instrumento en todos los procesos de aprendizaje del ser humano para la vida y definitivamante hay que contar con una formacion continua, pues el que crea que ya se las sabe todas por sus titulos, años laborales, por simple comodidad economica, sera simplemente un informador y estamos llamados a ser formadores, por aquello de que "Enseñamos lo que sabemos, pero contagiamos lo que vivimos". Felicitaciones por tu aporte. Sandra romero
ResponderEliminarJenny Sofía Valbuena exelente informacion sobre este gran tema, yo soy pasante de la lic. en pedagogia que por lo que he leido es una rama por lo que se creo la psicopedagogia informacion que es de gran a yuda para ampliar mi conocimientopp sobre el aprndizaje de por donde comenzar en la educaciòn..gracias!!. Blanca Madrigal Guzmàn.
ResponderEliminarMe parece importante rescatar la intención de publicar sobre la psicopedagogía, para continuar con la sustentabilidad de nuestra profesión. En cuanto al artículo pienso que en este espacio podrían debatirse ciertos puntos; ¿la psicopedagogía es ciencia o disciplina? ¿la psicología aporta a la pedagogía o visceversa? antes de pensar en que campos nuevos puede intervenir la psicopedagogía ¿no es necesario revisar como fortalecer y en algunos casos, como no perder en los que ya intervenimos? y asimismo ¿cuáles realmente son los campos en que interviene la psicopedagogía? ¿cómo los profesionales graduados podemos abrir campos y acrecentar las expectativas de los psicopedagogos en formación?
ResponderEliminarSi la Psicopedagogía es producto de una relación práctica entre el conocimiento atribuido a la psicología y la pedagogía para enfrentar los retos del hecho educativo - de la misma forma que lo hacen las demás licenciaturas en áreas especificas como la biología, fisica o matemáticas en el campo pedagogico- lo que se puede esperar como reflexión de contenidos es lo mismo que se extrae de las disciplinas prácticas ( como las ingenierias): una historia de las prácticas...algo asi como la historia de las prácticas psicopedagogícas. ¿ que ha hecho la Psicopedagogía? ¿ como lo ha hecho? y que aspectos de esta práctica sugieren alternativas para enfrentar los retos del hecho educativo de hoy.
ResponderEliminarLo cual quiere decir que, desde esta perspectiva, la discusión se desmarca de discursos epistemologicos para centrarse en la misma recuperación de la historia de las prácticas: lo que se puede decir de la psicopedagogía es de que forma ha enfrentado la demanda social que historicamente se le ha atribuido. Lo definitivo es el enfoque de la recuperacion de esa información. ¿ queremos participar o esperaremos que otros sectores y discursos nos impongan el sentido de lo que hacemos?...digo yo
Cordial saludo a todos.
ResponderEliminarLa verdad todavía, después de varios años de permanencia en este "campo psicopedagógico" aún tengo una pregunta simple y esencial: ¿Qué es la Psicopedagogía?
Teniendo en cuenta que básicamente el objeto de estudio de esta "nueva" profesión sería el estudio del proceso de aprendizaje y su consecuente optimización, tomando para ello las herramientas y postulados que la psicología ha establecido para el análisis de lo que se denominaría lo mental o psicológico; aunado claro está, a las teorías pedagógicas que han hecho merito históricamente.
Entonces me surge la pregunta: ¿Cuál sería la diferencia entre la Psicopedagogía y la Psicología Educativa?
Que el psicopedagogo acompaña, asesora, gestiona...
Son asuntos que otros profesionales estarían en la capacidad de...
Quizás el psicopedagogo tenga mayor amplitud en sus conocimientos con respecto al hecho educativo a diferencia del psicólogo educativo, pues ésta es una especialidad más en su disciplina. Sin embargo, lo que parece evidente es que la "Psicopedagogía" es una psicología aplicada a los procesos de enseñanza-aprendizaje y en general, al dispositivo escolar, que busca el mejoramiento de la calidad de dichos procesos. La Psicopedagogía generaría conocimiento sobre nuevas estrategias de enseñanza-aprendizaje, sobre modalidades educativas, metodologías de trabajo en el aula y espacios educativos virtuales...
Si. Todo ello lo fundamentaría en postulados psicológicos en primera medida.
El asunto problemático, entre otros muchos, tiene que ver precisamente con lo pedagógico.
¿Cómo se las ve un psicopedagogo a la hora de sugerir metodologías de aprendizaje y didácticas para enseñar, en una disciplina que no es de su competencia profesional?
Cómo decirle al profesor de matemáticas que enseñe de cierta manera la serie de números naturales o racionales, que no re-conoce porque evidentemente no los ha estudiado?
Cómo sugerirle al profesor de español o, de filosofía o de literatura que enseñe así o asa la semántica, la ortografía, la lógica aristotélica o la escritura creativa?
Menudo problema, quizás...
Tremenda impertinencia, a mi parecer!
Cómo es posible que el psicopedagogo quiera asesorar, acompañar, sugerir en los procesos educativos cuándo adolece de lo más básico que fundamenta y sostiene el hecho educativo: el saber disciplinar.
El psicopedagogo se queda demasiado corto a la hora de sugerir estrategias de aprendizaje para las disciplinas pues no las conoce, es decir, estas no han sido su objeto de estudio. En Psicopedagogía no se estudia para dar un ejemplo, la lectura y la escritura, se estudian las teorías del aprendizaje, que serían -según los psicólogos- son as bases para poder enseñar a leer y escribir...
Pero acaso no se han informado que los que sugieren diferentes modalidades para su enseñanza son los lingüistas, filólogos y/o literatos, porque son ellos quienes han aprendido a eso, a leer y a escribir, han aprendido las convenciones y modalidades del uso de la lengua; y por eso, saben cómo enseñarlo.
De tal manera mis inquietudes sobre el quehacer psicopedagógico van adquiriendo más fuerza.
Quizás se podrían sugerir líneas de estudio al interior de la carrera para fundamentar este quehacer… quizás con lingüística, pensamiento formal… aunque siendo tantas disciplinas sería una tarea quijotesca.
Así les comparto una de las múltiples contrariedades con los que me he encontrado en el ejercicio laboral de la psicopedagogía.
Alguien nos preguntó ¿cual es la diferencia entre la psicología educativa y la Psicopedagogía? . Sin ser totalmente abarcadores podemos decir que la psicología educativa hace aportaciones conceptuales y teoricas al campo de la Educación como psicología aplicada, y la Psicopedagogía articula este conocimiento con los saberes y las prácticas de la pedagogía en el campo de la enseñanza y el aprendizaje: la Psicopedagogía reconceptualiza el conocimiento atribuido a la psicología y la pedagogía en el campo educativo, y con ello REALIZA actividades de mediación pedagogíca para favorecer el aprendizaje.
ResponderEliminarMiller Pérez
Creo me va aclarando un poco el panorama.
EliminarLa Psicopedagogía se fundamenta en las teorías psicológicas sobre el campo educativo y las articula con las teorías pedagógicas, de manera que no sería un psicólogo educativo sino que estaría en la capacidad de acompañar procesos educativos, teniendo en cuenta su conocimiento pedagógico.
Bien. El asunto de la psicología más o menos se está aclarando, toda vez, hay que decirlo, que el psicopedagogo no sería un psicólogo como tal. Es decir, no atendería casos clínicos, no implementaría terapias, tratamientos, ni diagnósticos. Solo aplicaría ciertas herramientas propias de la psicología (esperemos que bien aplicadas) y lo suyo sería conocido como la "orientación" una especie de consejero que no diagnostica sino que remite, remite y remite...
Y por otro lado, se dice que el psicopedagogo estaría más del campo pedagógico "reconceptualizandolo". Y esto se haría gracias a su conocimiento de las teorías pedagógicas... pero entonces, surge la inevitable pregunta ¿Qué es la pedagogía?; ¿La pedagogía se basta a sí misma? Es decir, la pedagogía al ser una reflexión sobre el hecho educativo no estaría sustentada precisamente sobre otras disciplinas como la sociología, la filosofía, la antropología y para el caso que nos compete… la psicología? Esto querría decir que la pedagogía por sí misma no podría sobrevivir.
El pedagogo investiga las diferentes maneras de organización de un programa educativo, lo planea, lo desarrolla, sugiere maneras de evaluar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Pero volvemos al mismo punto, lo realiza fundamentadose en alguna de las disciplinas ya nombradas. Así las cosas, la psico-pedagogía sería una especialidad que busca el mejoramiento de la calidad del aprendizaje por medio de las herramientas que toma de la psicología. La psico-pedagogía consideraría que entendiendo la psicología del estudiante, se podrían adecuar mejor las estrategias pedagógicas.
Esto parece claro, sin embargo la realidad del “campo psicopedagógico” como disciplina y como profesión está lleno de contrariedades (mitos diría yo)…
1. Es un campo que se funda en la psicología pero se ve reducido a la “aplicación” de ciertas herramientas psicológicas, de esta manera, no se le podría equiparar con un psicólogo que esté en la capacidad de diagnosticar y desarrollar terapias para tratar trastornos emocionales, mentales, y/o comportamentales en el campo educativo.
2. El pedagogo en sí mismo no es un docente. Y esto ha traído muchas confusiones. El docente es el encargado de la transmisión de un conocimiento específico a determinada población, la tarea del pedagogo es más amplia, pues es quien investiga el hecho educativo intentando darle sentido y forma. Para enseñar (a parte de psicología o pedagogía) tendría que especializarse en un conocimiento específico.
Se podría decir escuetamente que el psico-pedagogo sería un psicólogo sin rigor y un pedagogo con pretensiones de maestro. Cualidades que lejos de fortalecerle, a mi modo de ver, lo deja en gran desventaja con otros profesionales en el campo no solo disciplinar sino laboral, imponiéndole grandes retos intelectuales luego de obtenido el título profesional.
Cordial saludo.
Las inquietudes de la persona que escribió el comentario anterior, han sido las preocupaciones de los profesores, estudiantes y egresados del programa de psicopedagogía de Universidades como la UPN ... por años se han discutido estas y otras preocupaciones para tratar de encontrar alternativas que permitan profundizar en la búsqueda de alternativas que fortalezcan las fronteras disciplinares de la Psicopedagogía.
ResponderEliminarDe manera muy personal, diría que el nuevo programa trata de darle aún más fuerza a la dimensión psicológica, para precisamente cualificar a los psicopedagogos en la construcción de estrategias de mediación pedagógica: diría que el programa y los psicopedagogos ya no son los mismos de antes y que hay un cambio sustancial en la forma de ver y entender el hecho educativo.
Por otro lado, creo que es necesario considerar otras opciones constituidas sociales e históricamente sobre lo que hacemos los maestros para descentrar la mirada.
1- Hay un conocimiento atribuido a la psicología y a la pedagogía, pero no es "natural"; no se dio de esta forma porque sea el resultado de extraer la esencia de las cosas. Simplemente es una forma de organizar y entender el mundo.
2- No debe preocuparnos la idea de "profanar" el campo disciplinar de la psicología porque este conocimiento no fue exclusivamente constituido en este campo y porque disciplinas como la pedagogía ya habían pensado y constituido el cuerpo de conocimientos que luego se delimito con el advenimiento de las ciencias en 1700...
3- la psicopedagogía es una construcción osada para algunos y una construcción que ofrece respuestas que no ofrecen otros profesionales al campo de la pedagogía para otros. Un psicopedagogo es un simplemente un maestro que articula un cuerpo de conocimientos y prácticas para enfrentar el hecho educativo. Se enfrenta a las mismos cuestionamientos de los que son objeto los maestros en las demás disciplinas (matemáticas, español, biología) porque de ellos también se dice que la referencia disciplinar es parcial y pragmática.
4- Hay que entender que las disciplinas se organizan en el marco de intencionalidades éticas y políticas: formas de pensar y entender a los otros. Estas formas particulares de entender a los demás crea lo que se denominan "campos" : lugares de enunciación y prácticas. El campo de los psicopedagogos es la educación formal y la práctica pedagógica. Camparte este campo con otros profesionales de la educación...otros maestros.
5. Se sabe que la psicopedagogía es el producto de una necesidad expresa de los mismos maestros en la tarea de enfrentar el hecho educativo.
6 La psicopedagogía democratiza los conocimientos atribuidos a la Psicología para la misma práctica pedagógica. En manos de un psicopedagogo, la psicología no es un terreno inaccesible, privado, científico, vedado…sino una forma de entender a los demás que puede ser re conceptualizado para dinamizar los objetivos educativos que también ayuda a pensar.
Miller Pérez
Creo me va aclarando un poco el panorama. La Psicopedagogía se fundamenta en las teorías psicológicas sobre el campo educativo y las articula con las teorías pedagógicas, de manera que no sería un psicólogo educativo sino que estaría en la capacidad de acompañar procesos educativos, teniendo en cuenta su conocimiento pedagógico. Bien. El asunto de la psicología más o menos se está aclarando, toda vez, hay que decirlo, que el psicopedagogo no sería un psicólogo como tal. Es decir, no atendería casos clínicos, no implementaría terapias, tratamientos, ni diagnósticos. Solo aplicaría ciertas herramientas propias de la psicología (esperemos que bien aplicadas) y lo suyo sería conocido como la "orientación" una especie de consejero que no diagnostica sino que remite, remite y remite...
ResponderEliminarY por otro lado, se dice que el psicopedagogo estaría más del campo pedagógico "reconceptualizandolo". Y esto se haría gracias a su conocimiento de las teorías pedagógicas... pero entonces, surge la inevitable pregunta ¿Qué es la pedagogía?; ¿La pedagogía se basta a sí misma? Es decir, la pedagogía al ser una reflexión sobre el hecho educativo no estaría sustentada precisamente sobre otras disciplinas como la sociología, la filosofía, la antropología y para el caso que nos compete… la psicología? Esto querría decir que la pedagogía por sí misma no podría sobrevivir. El pedagogo investiga las diferentes maneras de organización de un programa educativo, lo planea, lo desarrolla, sugiere maneras de evaluar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Pero volvemos al mismo punto, lo realiza fundamentadose en alguna de las disciplinas ya nombradas. Así las cosas, la psico-pedagogía sería una especialidad que busca el mejoramiento de la calidad del aprendizaje por medio de las herramientas que toma de la psicología. La psico-pedagogía consideraría que entendiendo la psicología del estudiante, se podrían adecuar mejor las estrategias pedagógicas.
Esto parece claro, sin embargo la realidad del “campo psicopedagógico” como disciplina y como profesión está lleno de contrariedades (mitos diría yo)…
1. Es un campo que se funda en la psicología pero se ve reducido a la “aplicación” de ciertas herramientas psicológicas, de esta manera, no se le podría equiparar con un psicólogo que esté en la capacidad de diagnosticar y desarrollar terapias para tratar trastornos emocionales, mentales, y/o comportamentales en el campo educativo.
2. El pedagogo en sí mismo no es un docente. Y esto ha traído muchas confusiones. El docente es el encargado de la transmisión de un conocimiento específico a determinada población, la tarea del pedagogo es más amplia, pues es quien investiga el hecho educativo intentando darle sentido y forma. Para enseñar (a parte de psicología o pedagogía) tendría que especializarse en un conocimiento específico.
Se podría decir escuetamente que el psico-pedagogo sería un psicólogo sin rigor y un pedagogo con pretensiones de maestro. Cualidades que lejos de fortalecerle, a mi modo de ver, lo deja en gran desventaja con otros profesionales en el campo no solo disciplinar sino laboral, imponiéndole grandes retos intelectuales luego de obtenido el título profesional.
Si la Psicopedagogía es producto de una relación práctica entre el conocimiento atribuido a la psicología y la pedagogía para enfrentar los retos del hecho educativo - de la misma forma que lo hacen las demás licenciaturas en áreas especificas como la biología, fisica o matemáticas en el campo pedagogico- lo que se puede esperar como reflexión de contenidos es lo mismo que se extrae de las disciplinas prácticas ( como las ingenierias): una historia de las prácticas...algo asi como la historia de las prácticas psicopedagogícas. ¿ que ha hecho la Psicopedagogía? ¿ como lo ha hecho? y que aspectos de esta práctica sugieren alternativas para enfrentar los retos del hecho educativo de hoy?
ResponderEliminarEsta referencia, que hace parte de las reflexiones sobre el campo conceptual de la psicopedagogía, sirve para considerar algunos aspectos que son reiterativos en tu relato:
Lo primero, tiene que ver con la necesidad de incluir a la psicopedagogía en una categoria que deje intacta la construcción socio historica de la psicologia. Y algo como eso siempre será conflictivo.
Frente a este aspecto, tengo que decir que no se trata de equiparar a los psicologos con los psicopedagogos...que conocimiento es más relevante..que puede hacer uno u otro de acuerdo al imaginario colectivo no es necesariamente el eje de la discusión.
Primero, la psicopedagogía es una disciplina práctica como una ingenieria ...y si te das cuenta no podrias decir que un ingeniero es un matemático sin rigor o un maestro de obra frustrado ...simplemente se trata de construcciones disciplinares que obedecen a logicas y campos diferentes...simplemente un psicologo no es un maestro qeu aplique la psicologia en la escuela...y un psicopedagogo no es un psicologo que haga terapias en un centro de ayuda familiar.
Miller
Buenos días, la verdad yo estoy muy aturdida al descubrir que el papel del psicopedagogo en Colombia es excesivamente limitado, es decir su función actual se reduce exclusivamente a la parte educativa y gracias al psicólogo educativo perdimos muchos campos de acción, no solo a nivel de prevención y acción de mejora sino también a nivel espistemológico. Estamos quedando en el filo fantasmagòrico. Ahora por estatutos legales del Ministerio de Educacion Nacional y estatutos legales establecidos por red de psicólogos no podemos ejercer ni desde el punto de vista clínico,ni tampoco empresarial,y hasta desde lo educativo tambièn estamos limitados, estamos condenados a ser exclusivamente docentes en un aula de clase. Porque han suplantado nuestras funciones iniciales a las cuales por derecho propio teníamos acceso. En conclusión en nuestro país nos convertimos en toderos de la educación, perdimos la esencia social,educativa y psicológica que poseíamos. La verdad estoy muy desilusionada al enfrentar esta realidad que en silencio aumenta a pasos agigantados. Ya en las instituciones de alto nivel exigen psicólogos educativos quedando el psicopedagogo relegado sin mayores oportunidades y con sueldos realmente inadecuados. ¿que acciones vamos a tomar frente a esta situación? ¿cómo vamos a hacer valer nuestros derechos cuando el profecional que nos reemplaza tiene herramientas adicionales a la hora de competir? ¿como vamos a dar a conocer nuestras verdadera función si otros entes nos opacan con leyes y estatutos ?
ResponderEliminarDe lo que hablan esas disposiciones legales es de la necesidad de tomar distancia de las pruebas psicotecnicas y lo que llaman la psicología aplicada.A mi parecer, estas disposiciones clarifican mucho más el papel de los psicopedagogos/as en los procesos formativos...los psicopedagogos no hacemos pruebas psicotecnicas en la escuela porque sencillamente estas herramientas y prácticas no resuelven las problematicas que se presentan en los entornos educativos ...y es precisamente lo que la psicopedagogia ha estado diciendo desde que nació a la par con la psicología experimental en el siglo XlX ...la psicopedagogía lucha contra el reduccionismo psicologico con alternativas que devienen de la reflexión sobre la enseñanza como objeto de la pedagogía: concilie esta realidad con esa psicologa que lleva dentro y nazca como una psicopedagoga que reconoce la construcción social e historica de la disciplina.
EliminarUn abrazo